
Una retrospectiva del fotógrafo francés en la que el paso del tiempo, la integración racial, la libertad y el paisaje están presentes.
Mathieu Pernot, nacido en 1970 en Fréjus (Francia), vive y trabaja en París. Tras una formación científica, ingresó en la Escuela Nacional de Fotografía de Arlés, donde se graduó en 1996. Comenzó entonces su obra como autor, y un año después, en 1997, expuso en el Centre National de la Photographie de París y en las Rencontres d’Arles. A partir de ese momento se han sucedido numerosas exposiciones y publicaciones en Francia y ha recibido importantes premios como el Nadar en 2013, el Niépce en 2014 y, más recientemente, el prestigioso premio Henri Cartier-Bresson en 2019. Sus obras se encuentran en colecciones tan relevantes como la del Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, el Musée National d’Art Moderne Centre Pompidou, la Maison Européenne de la Photographie (MEP), el Musée de l’Élysée (Lausana) o la Fundación “la Caixa” y Fundación MAPFRE, entre otras.
La exposición Documento/Monumento, comisariada por Victoria del Val, abarca más de treinta años de trabajo de Mathieu Pernot, una amplia selección desde principios de los años noventa hasta la actualidad.
Esta muestra, su primera retrospectiva en España, se plantea de manera diferente a otras anteriores, pues en ella se relacionan corpus elaborados en temporalidades distintas y que en algunos casos nunca se habían visto. En sus distintos trabajos Pernot aborda cuestiones que se irán entrecruzando en su trayectoria de forma recurrente: la vida en los márgenes, las historias de personas que se sitúan en la periferia de la sociedad.
Hay que destacar las imágenes realizadas en los clubes de boxeo de Marsella en 1994, en las que muestra su interés por la igualdad racial y una reflexión sobre la masculinidad y la violencia. La Fundación MAPFRE encargó la serie sobre Melilla, en la que no muestra belleza arquitectónica de la ciudad (la segunda con mayor número de edificios modernistas de España y primera en densidad de estos, su casco histórico único en el mundo con la suma de culturas fenicia a renacentista o la única bóveda gótica que existe en África), sino que se centra en el problema migratorio con imágenes tomadas desde el monte Gurugú, es decir, Melilla vista desde Marruecos y toda la miseria y maltrato que los migrantes subsaharianos padecen en ese país en su espera a alcanzar las ansiadas tierras españolas en el continente africano . También se exponen por primera vez las fotografías de los edificios destruidos de Beirut en 2000, después de la guerra civil libanesa, que veremos en esta exposición situadas cerca de las de voladuras controladas de edificios en suburbios franceses. La serie Los que gritan se exhibe junto al material gráfico procedente de la cárcel parisina de La Santé.
La selección incluye Los Gorgan, uno de los trabajos fundamentales que acompaña a Pernot desde los inicios de su actividad fotográfica hasta ahora. La familia Gorgan está presente en distintos espacios de la exposición y protagoniza varias series. Sus miembros se han convertido en las figuras principales del discurso artístico de Pernot, tanto por su magnetismo y el poder de encarnación de sus integrantes como porque sus vidas se cruzan con la historia de la comunidad gitana a lo largo de los siglos.

Carlos Treviño Avellaneda