Desde el espacio no se puede ver Madrid

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El sugerente título Desde el espacio no se puede ver Madrid hace referencia a un proyecto que sigue en marcha de la artista emergente Candela Manchón Baena, que actualmente sigue formándose en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y que ha participado en la exposición Sabinas: relatos visuales contra la violencia de género en el Centro Cultural Antonio López de Madrid, entre otras.

El proyecto nace bajo la necesidad de la artista de tomar conciencia sobre “el habitar”, desde fuera, desde el espacio, pues reflexiona en torno a esa cuestión debido a que es algo que a priori resulta sencillo y cotidiano, pero en realidad cada día resulta más difícil de llevar a cabo. Para ello se focaliza en la Comunidad de Madrid, la ciudad en la que vive, pues ella misma afirma que la ciudad de Madrid ha cambiado y a ella también la ha cambiado.

Como punto de partida ha tomado conciencia sobre cómo están estructuradas las ciudades con el fin de localizar de donde parte nuestro estilo de vida actual y comprender como esto afecta al ser humano en el desarrollo de su vida y relaciones sociales. Pero además pretende mostrar al espectador una vía revolucionaria para que ellos mismos se replanteen cómo están viviendo para que busquen soluciones.

Candela Manchón en un aula de la Facultad de Bellas Artes

Para profundizar acerca de esto, ha indagado sobre el sociólogo urbano Ray Oldenburg y sus escritos sobre la importancia de los lugares de reunión públicos informales para una sociedad civil funcional, la democracia y el compromiso cívico. Sin embargo, destaca que su teoría ha sido mal entendida puesto que el compromiso que buscaba Oldenburg era alejado del consumismo, un tema con el que la artista es severa. 

También se ha basado en referencias teóricas de Mark Auge, un sociólogo francés que creo el termino de los no lugares, unos espacios para transitar por ellos creados para la practicidad económica de unos pocos, para las no relaciones entre individuos. El espacio resulta esencial para la concepción de su obra, por lo que se ha valido del concepto de espacio de Ugo la Pietra.

Otro referente crucial para que esta obra haya emergido es José Luis Manchón, su padre, pues además de explicarle cómo funciona el mundo desde que era una niña y por qué debemos cuidarlo, estudió filosofía y es activista político, lo que le ha servido para plantearse cuestiones acerca de la dominación por parte de la arquitectura.

También a través de su obra menciona a Eduardo Bericat un doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid que habla de que los sistemas que usamos para relacionarnos son equivalentes a los sistemas de movilidad que tenemos en la época, es decir, actualmente la población está marcada por lo que se denomina sedentarismo nómada que provoca que el individuo busque compromiso en una sociedad que está en constante movimiento en la que parece que es complejo conseguir algo estable. 

En cuanto a sus referentes artísticos destaca el movimiento metabolista, Isidro Blasco con sus instalaciones que hablan de la precariedad desde collage, pero, sobre todo, Constant con New Babylon que replantea mapas y espacios creando nuevas ciudades.

Su obra aún se está fraguando bajo todas estas influencias y las que le quedan por descubrir, y por ahora consiste en un montaje digital sobre el mapa de la ciudad en el que ha insertado un círculo en blanco con el fin de extinguir los mayores centros de consumo masivo como Sol, Gran Vía, El Retiro… pues lo que pretende Candela es mostrar que estos sistemas problemáticos derivan de cómo ha sido tratado el espacio, un concepto que resulta fundamental para entender su obra. Además, otra de sus ambiciones es reflexionar sobre el tiempo libre, cómo el espectador vive y cómo quiere vivir. 

Boceto de su obra

A través de su propia obra se llega a plantear cómo debido a las catástrofes nos planteamos el espacio a causa de los problemas de construcción por las malas gestiones y decisiones. Como ejemplo destaca el del distrito de San Fernando de Madrid, pues debido a las obras que se llevaron a cabo en el metro, las infraestructuras exteriores se vieron afectadas lo que supuso que cientos de familias tuvieran que marcharse de su hogar, pues el problema partió de que el gobierno subvencionó este proyecto sin importar las vidas de estos ciudadanos ya que el trasporte es un bien de consumo del que obtienen beneficios.

Con este proyecto le gustaría mostrar cómo la gente actuaría al ver que el centro de la ciudad no existe, como sería ese centro de otra manera, es decir, repensar los centros de las ciudades destinados al consumo y cómo se formarían las nuevas relaciones en torno a él. Bajo este largo proceso de investigación y, sobre todo, reflexión, se preocupa a través de su obra llegar a todos los públicos que estén interesados en reflexionar sobre estas problemáticas actuales más allá de mostrar su obra como un objeto artístico, pues considera que el arte no es algo aislado, sino que debe tomar contacto con la gente para conectar con nuevas perspectivas y resulta muy útil la participación mediante la opinión activa del espectador.

Marina Ampudia Ovdiyenko

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