Re-versos: la poética de lo oculto

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La exposición Reversos se presenta actualmente en el Museo del Prado hasta el 3 de marzo de 2024 con la colaboración de la Fundación AXA.  

Resulta una muestra radical, transgresora e innovadora presentada con la intención de cambiar la manera decomprender el arte. Miguel Ángel Blanco (comisario) decide alejarse de los discursos monótonos y genéricos propios de las exposiciones tradicionales, con la intención de mostrar el lado más íntimo y personal de las obras. La pinturaadquiere un rol secundario cobrando valor las partes traseras de los cuadros, aquel lugar que nadie explora ni conoce, pero que merece más atención de la que obtienen. Decía Roald Dahl: ‘‘Los secretos más grandes se ocultan siempre en los lugares más inverosímiles.’’. En esta exposición esos secretos salen a la luz, con la intención de ponerlos a disposición de cada uno de nosotros.

El recorrido comienza con uno de los reversos más famosos de la Historia del Arte, irreconocible para muchos a pesarde sus tres metros de altura. Se trata de la parte trasera de Las Meninas, la cual, a pesar de estar representada en la pintura original pasa totalmente desapercibida, opacada por la magnificencia del resto de la obra. La copia milimétrica de su reverso original fue realizada por Vik Muniz para la serie Versos, donde reproduce la parte trasera de algunas de las obras más importantes de la historia. Busca con ello darle la visibilidad que merecen y que no reciben por parte de los museos. Este resulta el punto de partida de una exposición que lleva a cabo una serie de reflexiones muy interesantes en torno a la parte trasera de las obras.

El estudio de los reversos en la exposición de la pinacoteca madrileña resulta revolucionario, pero es cierto que ya se había abordado este concepto anteriormente. La primera vez que se vio algo similar fue en 2008 cuando la galería neoyorkina Sikemma, Jenkins &Co mostró la reproducción de la parte posterior de algunas de las obras más importantesde la Historia del Arte. Durante el verano de 2016 el Mauritshuis Museum de La Haya recuperó esta idea, incluyendo en la exposición el reverso de cinco de sus obras más famosas con la intención de auto promocionarse. Estas muestras son interesantes, pero resultan simples y superficiales alejándose del estudio académico del reverso, creando una exposición mainstream que consigue atraer a un público más general.

Miguel Ángel Blanco, por el contrario, lleva a cabo una investigación más profunda ahondando en la verdaderaesencia de los reversos. Repletos de etiquetas, sellos e inscripciones se convierten en una fuente primaria fundamental para el estudio de la obra. Lugar donde el artista lleva a cabo algunos de sus bocetos o que utiliza como escondite para ocultar ciertas representaciones. Más allá de esta visióntradicional, también concibe el reverso como soporte, explorando la función del bastidor y los materiales del mismo. El enfoque más interesante es la investigación que se lleva a cabo sobre la evolución de la representación de los reversos a lo largo de la Historia del Arte. Analiza la obra de Velázquez que inaugura la exposición como un punto de partida queinfluenciará a artistas de la magnitud de Goya o Van Gogh. Todos estos temas ayudan a conformar una Historia del reverso que en muchas ocasiones se presenta ajena a la propia Historia del Arte.

Original y rompedor, no solo en su línea de investigación sino también en el discurso y en el área expositiva. Presenta un espacio abierto sin prácticamente ningún muro, lo que permite deambular libremente al espectador sin la necesidad de seguir una narración lineal. Aunque pueda parecer caótico, es necesario para que el tamaño de la sala no resulteinsuficiente para mostrar el carácter tridimensional de las obras. Otorga al espectador un rol activo en la exposición invitándolo a adentrarse en el propio cuadro rodeándolo y observándolo desde todos los puntos de vista posibles. En otros casos los más escépticos, sensibles y tradicionales sufrirán al ver que ciertas obras se encuentran contra la pared permitiendo ver únicamente el reverso y no la cara principal de la pintura. Una idea arriesgada pero que funciona a laperfección haciendo que el espectador centre su mirada en la temática de la exposición y no se pierda en la calidad pictórica de las obras.

Tanto a nivel internacional como institucional, supondrá un punto de inflexión para el museo y para los propios reversos de las pinturas. Es la primera vez que algunos artistas modernos y contemporáneos como Miró, Magritte, Tápies o Van Gogh se dan cita en una exposición organizada por el Museo del Prado. Reversos tan famosos como Monja arrodillada (1731) de Robert Van Meytens se reúnen en la misma sala con elementos tan particulares como los bastidores del Guernica (1936) de Picasso. A pesar de sus disonancias temporales y temáticas consiguen dialogar perfectamente entre ellas. La muestra posiciona obras medievales junto a otras contemporáneas encontrando puntos encomún que las hacen encajar como si de las piezas de un puzzle se tratara. A pesar de la complejidad del discurso que se desarrolla consigue transmitir el mensaje de una forma amena, despertando el interés del visitante. La muestra resulta una realidad paralela, un mundo mágico como el de Alicia en el país de las maravillas, donde el espectador trata de indagar en los misterios más profundos de las obras.

Alejandro Bellanco Guerrero

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